Prevención de riesgos en el derecho corporativo: la importancia de la formación en compliance.
El término "compliance" o cumplimiento normativo se refiere al proceso que las empresas siguen para garantizar el cumplimiento de todas las leyes y regulaciones pertinentes a su industria o sector.
Este procedimiento abarca diversas actividades, como la capacitación de empleados, la implementación de políticas internas y la realización de auditorías internas para identificar y corregir posibles incumplimientos. El objetivo principal del compliance es reducir al mínimo los riesgos legales y financieros para la empresa, asegurando su operación de manera ética y responsable.
En muchos casos, un sólido programa de compliance puede contribuir a mejorar la eficiencia y productividad de la empresa.
En este contexto, exploraremos tres aspectos clave: "Introducción al compliance y su importancia en el derecho corporativo", "Identificación y gestión de riesgos legales en las empresas" y "La formación en compliance como estrategia de prevención".
"Introducción a la compliance y su relevancia en el derecho corporativo"
El "compliance" o cumplimiento normativo, es un término que se utiliza para describir el proceso que siguen las empresas para asegurarse de que están cumpliendo con todas las leyes y regulaciones aplicables a su industria o sector.
Este proceso puede incluir una variedad de actividades, como la formación de empleados, la implementación de políticas y procedimientos internos, y la realización de auditorías internas para detectar y corregir cualquier incumplimiento.
El objetivo principal del compliance es minimizar el riesgo legal y financiero para la empresa, y asegurar que opera de manera ética y responsable. En muchos casos, un buen programa de compliance puede incluso ayudar a una empresa a mejorar su eficiencia y productividad.
El "compliance" o cumplimiento normativo, tiene sus raíces en la cultura empresarial anglosajona, específicamente en los Estados Unidos en las décadas de 1970 y 1980.
Este concepto surgió como respuesta a varios escándalos de corrupción y financieros que afectaron a grandes empresas. En 1977, se crea la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA, por sus siglas en inglés), que estaba integrada por normatividad anti-soborno y requerimientos y prohibiciones en materia de libros y registros.
El compliance formalmente se convirtió en una profesión en 1987 con la creación de las Pautas Federales de Sentencia para Organizaciones (FSGO, por sus siglas en inglés) en los Estados Unidos. Estas pautas establecieron los requisitos para que las organizaciones no violaran leyes ni normas, y se adhirieran a principios éticos que salvaguardaran la integridad del sistema financiero de los EE. UU.
En Europa, la normativa MIFID1 Directiva de mercado de instrumentos financieros, fue una de las primeras normas que dieron lugar a la figura del Compliance Officer.
Es importante mencionar que aunque el compliance tiene sus orígenes en los Estados Unidos, este concepto ha sido adoptado y adaptado en muchos otros países, incluyendo México, y se ha expandido más allá del sector financiero para incluir una variedad de industrias y áreas de práctica.
De esta manera, podemos percatarnos de un cambio de paradigma con respecto al cumplimiento de las empresas. La búsqueda por combinar tanto las leyes "soft" como las "hard" ha dado lugar a un nuevo nivel de cumplimiento que no se tenía anteriormente, sentando así las bases del gobierno corporativo en el año 1999.
En consecuencia, podemos apreciar la importancia de este aspecto en el ámbito del derecho corporativo.
"Identificación y gestión de riesgos legales en las empresas"
La "Identificación y gestión de riesgos legales en las empresas" es un proceso crucial que implica el reconocimiento y la evaluación de los riesgos legales que podrían afectar a una organización, así como la implementación de procesos y procedimeintos para mitigar estos riesgos.
La identificación de riesgos legales implica el reconocimiento de las posibles amenazas legales a las que se enfrenta una empresa. Esto puede incluir una variedad de riesgos, como litigios, incumplimiento de contratos, violaciones de leyes y regulaciones, y otros problemas legales que podrían tener un impacto negativo en la empresa.
La gestión de riesgos legales, por otro lado, implica la implementación de estrategias para mitigar estos riesgos. Esto puede incluir una variedad de tácticas, como la formación de empleados, la implementación de políticas y procedimientos internos, la realización de auditorías internas, y la contratación de asesoría legal externa.
Los riesgos legales más comunes que enfrentan las empresas en la actualidad primordialmente son:
1. Riesgos corporativos: Estos son el resultado de la naturaleza y estructura legal de la organización. Incluyen riesgos fiscales, de responsabilidad civil, y la ausencia de documentación.
2. Riesgos de activos: Estos tienen que ver con la protección del valor de los activos tangibles e intangibles de la empresa.
3. Riesgos contractuales: Estos riesgos son asumidos voluntariamente por la empresa al firmar contratos. Incluyen errores en los contratos, incapacidad de la empresa para cumplir lo pactado, cancelación de contratos, entre otros.
4. Riesgos de litigio: Estos están relacionados con la resolución de disputas en tribunales, como resultado de demandas, conducta de empleados, entre otros.
5. Riesgo regulatorio: Este riesgo implica la imposición de sanciones por faltas a leyes y códigos y los cambios de esas leyes que puedan afectar negativamente a la empresa.
Es importante mencionar que estos son solo algunos de los riesgos legales que las empresas pueden enfrentar. Cada organización tendrá sus propios desafíos únicos basados en su industria específica, tamaño, y otras características.
"La formación en compliance como estrategia de prevención"
Se refiere a la idea de que la educación y la capacitación en cumplimiento normativo pueden ser una herramienta eficaz para prevenir riesgos legales en las empresas.
La formación en compliance puede incluir una variedad de actividades, como la enseñanza de las leyes y regulaciones aplicables a la industria de la empresa, la formación en políticas y procedimientos internos de la empresa, y la enseñanza de las mejores prácticas para evitar el incumplimiento.
Al proporcionar a los empleados la formación necesaria en compliance, las empresas pueden asegurarse de que estén equipados con el conocimiento necesario para tomar decisiones informadas que estén en línea con las leyes y regulaciones aplicables. Esto puede ayudar a prevenir violaciones legales que podrían resultar en multas, sanciones, o daño a la reputación de la empresa.
Crear un programa de capacitación en compliance implica varios pasos clave, por eso de manera muy general podemos seguir los siguientes pasos:
Identificar las necesidades de formación: Antes de comenzar a diseñar el programa, es importante identificar las áreas de oportunidad en las que los empleados necesitan formación. Esto puede implicar el análisis las leyes y regulaciones aplicables, así como las políticas y procedimientos internos de la empresa.
Definir los objetivos de aprendizaje: Una vez que se han identificado las necesidades de formación, el siguiente paso es definir los objetivos de aprendizaje. Estos deben ser claros y medibles, y deben estar directamente relacionados con las necesidades de formación identificadas.
Desarrollar el contenido del programa: El contenido del programa debe ser relevante y atractivo para los empleados. Puede incluir una combinación de presentaciones, actividades prácticas, discusiones en grupo, y otros métodos de enseñanza.
Implementar el programa: Una vez que el contenido del programa ha sido desarrollado, el siguiente paso es implementarlo. Esto puede implicar la organización de sesiones de formación, la contratación de instructores, y la coordinación de los horarios de los empleados.
Evaluar el programa: Después de que el programa ha sido implementado, es importante evaluar su eficacia. Esto puede implicar la recopilación de feedback de los empleados, la evaluación de los resultados de aprendizaje, y la realización de ajustes según sea necesario.
Los desafíos actuales en la implementación del compliance son variados y dependen de muchos factores, incluyendo el tipo de industria, la ubicación geográfica, y las leyes y regulaciones específicas que se aplican a cada organización. Aquí te presento algunos de los desafíos más comunes:
1. Privacidad de datos, particularmente de empleados: La protección de datos y la privacidad de la información son una preocupación prioritaria para el oficial de cumplimiento. Esto incluye no solo a clientes y proveedores, sino también a los empleados.
2. ESG, protección ambiental y cambio climático: El cambio climático y las exigencias para cuidar el medio ambiente se reafirman como prioridades en la agenda del compliance officer.
3. Coste de la gestión de compliance: La implementación y mantenimiento de un programa de compliance puede ser costoso, lo que puede ser un desafío para las organizaciones con recursos limitados.
4. Volatilidad del marco regulatorio: Las leyes y regulaciones cambian constantemente, lo que puede hacer que sea difícil para las organizaciones mantenerse al día con todas las nuevas exigencias.
5. Atracción y retención de talento humano: Encontrar y retener a profesionales con el conocimiento y la experiencia necesarios en compliance puede ser un desafío.
6. Gestión anticorrupción: Implementar medidas para prevenir la corrupción dentro de la organización es un desafío constante.
7. Tecnología incorporada a la gestión de cumplimiento: La tecnología puede ser una herramienta valiosa para la gestión de compliance, pero también puede presentar desafíos en términos de seguridad de la información y privacidad de los datos.
Podemos decir que son desafíos comunes en las organizaciones sobre los cuales se puede implementar un programa de compliance. Cada organización tendrá sus propios desafíos únicos basados en su industria específica, tamaño, y otras características.
Mitigar los riesgos legales más comunes que enfrentan las empresas en la actualidad requiere una combinación de estrategias proactivas y reactivas. Por ejemplo:
Riesgos corporativos: Para mitigar estos riesgos, es crucial tener una buena estructura corporativa y mantener todos los documentos legales al día. Además, es importante contar con asesoría legal para entender las implicaciones fiscales y de responsabilidad civil.
Riesgos de activos: La protección de los activos de la empresa puede implicar una variedad de estrategias, desde la obtención de seguros hasta la implementación de medidas de seguridad física y digital.
Riesgos contractuales: Para mitigar estos riesgos, es importante contar con asesoría legal al momento de redactar y firmar contratos. Además, es crucial tener un buen sistema de gestión de contratos para asegurarse de que se cumplen todas las obligaciones contractuales.
Riesgos de litigio: Estos pueden mitigarse a través de una buena gestión de riesgos, que incluye la identificación proactiva de posibles problemas legales y la implementación de medidas para prevenirlos.
Riesgo regulatorio: Para mitigar este riesgo, es crucial mantenerse al día con las leyes y regulaciones aplicables. Esto puede implicar la contratación de asesoría legal y la implementación de un programa de compliance.
De esta manera podemos de manera enunciativa mencionar solo algunas de las estrategias que las empresas pueden utilizar para mitigar los riesgos legales. Cada organización tendrá sus propias estrategias únicas basadas en su industria específica, tamaño, y otras características.
Conclusión
En conclusión, el "compliance" o cumplimiento normativo representa un pilar fundamental para las empresas, guiándolas en la observancia de las leyes y regulaciones pertinentes. Este proceso integral, que incluye desde la formación de empleados hasta auditorías internas, tiene como objetivo principal minimizar riesgos legales y financieros, propiciando así una operación ética y responsable.
La evolución del compliance, arraigada en la cultura empresarial anglosajona y extendida globalmente, ha respondido a escándalos y ha madurado como una profesión esencial desde la década de 1970. Su relevancia se refleja en la adaptación en diferentes países, incluyendo México, abarcando diversas industrias más allá del sector financiero.
En el ámbito del derecho corporativo, se destaca la importancia de este enfoque, que ha sentado las bases del gobierno corporativo y contribuido a mejorar la eficiencia y productividad de las empresas. Además, el énfasis en la identificación y gestión de riesgos legales subraya la necesidad de estrategias proactivas y reactivas para mitigar desafíos específicos a cada organización.
La formación en compliance emerge como una estrategia clave para prevenir riesgos legales, equipando a los empleados con conocimientos necesarios. La creación de programas de capacitación sigue pasos estructurados, identificando necesidades, estableciendo objetivos claros y evaluando constantemente su eficacia.
No obstante, la implementación del compliance no está exenta de desafíos actuales, como la privacidad de datos, consideraciones ESG, costos, volatilidad regulatoria, atracción de talento y gestión anticorrupción. La tecnología, aunque valiosa, plantea desafíos adicionales en términos de seguridad y privacidad de datos.
En última instancia, mitigar los riesgos legales requiere una combinación de estrategias adaptadas a las características únicas de cada organización. Enfrentar los riesgos corporativos, de activos, contractuales, de litigio y regulatorios implica un enfoque integral que va desde una sólida estructura corporativa hasta la vigilancia constante de cambios normativos. Cada empresa tiene la tarea de diseñar y aplicar estrategias específicas que se alineen con su industria, tamaño y necesidades particulares.
Joab García
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